Me fui de vacaciones con el deseo de encontrar un lugar placentero en donde pasar unos días tranquilos. Un lugar para descansar. Un lugar para mí, para mi hija, para mi silencio y mi acuarela de palabras. Un lugar en donde llenarme de sol, bailar entre las nubes, cantar, ser feliz.
Encontré algo mejor. Un lugar mejor. Encontré un río cristalino que susurra melodías en los oídos del hombre solitario y pájaros que acompañan los pasos perdidos del peregrino. Encontré en las cabañas Casablanca una casa, una morada, un hogar, manos amigas. Encontré algo que no es fácil de encontrar en la vida: gente capaz de emocionar y emocionarse, con ojos llenos de lágrimas al compartir los más profundos dolores y rebosantes de alegría al ver una sonrisa en la carita de mi hija. Disfruté de charlas al atardecer, de confidencias, de confesiones. Encontré corazones abiertos deseosos de albergar historias nuevas y de compartir vivencias enriquecedoras y otras magulladas por los azares del destino. Casablanca despliega en el paisaje el empuje, la fuerza, la garra, el amor y la calidez de Eddy y Freddy, gente capaz de tenderle una mano amiga a alguien que apenas conocen; gente que enseña que a pesar de las dificultades que existen en el duro camino de la vida, siempre habrá un espacio para escuchar al otro, para ayudarlo, para acercarse de corazón a corazón. Vayan entonces para ellos estas sencillas palabras de agradecimiento por todo lo que han hecho para que nuestras vidas brillen más.
Y vaya también este pequeño poema de Hamlet Lima Quintana.
Sencillamente, gracias.
Encontré algo mejor. Un lugar mejor. Encontré un río cristalino que susurra melodías en los oídos del hombre solitario y pájaros que acompañan los pasos perdidos del peregrino. Encontré en las cabañas Casablanca una casa, una morada, un hogar, manos amigas. Encontré algo que no es fácil de encontrar en la vida: gente capaz de emocionar y emocionarse, con ojos llenos de lágrimas al compartir los más profundos dolores y rebosantes de alegría al ver una sonrisa en la carita de mi hija. Disfruté de charlas al atardecer, de confidencias, de confesiones. Encontré corazones abiertos deseosos de albergar historias nuevas y de compartir vivencias enriquecedoras y otras magulladas por los azares del destino. Casablanca despliega en el paisaje el empuje, la fuerza, la garra, el amor y la calidez de Eddy y Freddy, gente capaz de tenderle una mano amiga a alguien que apenas conocen; gente que enseña que a pesar de las dificultades que existen en el duro camino de la vida, siempre habrá un espacio para escuchar al otro, para ayudarlo, para acercarse de corazón a corazón. Vayan entonces para ellos estas sencillas palabras de agradecimiento por todo lo que han hecho para que nuestras vidas brillen más.
Y vaya también este pequeño poema de Hamlet Lima Quintana.
Sencillamente, gracias.
Hay gente que con solo decir una palabra
Enciende la ilusión y los rosales;
Que con solo sonreír entre los ojos
Nos invita a viajar por otras zonas,
Nos hace recorrer toda la magia.
Hay gente que con solo dar la mano
Rompe la soledad, pone la mesa,
Sirve el puchero, coloca las guirnaldas,
Que con solo empuñar una guitarra
Hace una sinfonía de entrecasa.
Hay gente que con solo abrir la boca
Llega a todos los límites del alma,
Alimenta una flor, inventa sueños,
Hace cantar el vino en las tinajas
Y se queda después, como si nada
Y uno se va de novio con la vida
Desterrando una muerte solitaria
Pues sabe que a la vuelta de la esquina
Hay gente que es así, tan necesaria.
22 comentarios:
córdoba, allá voy
hermosísimo el poema elegido, y sí, hay gente asi de imprescindible
:)
Welcome back Beya!!
Desde NY te mando un beso muy grande y un fuerte abrazo...ahora quiero fotos!!
Si coinciden el “dónde”, el “cuando” y el “con quien” adecuados, sobrevienen momentos inolvidables.
Un beso.
ay! que lindo... me acordé de un poema de Brecht sobre un parque, que nos ofrece resguardo o sombra según la estación... y al autor que dice que le gustaría ser así... a ver si lo encuentro... bienvenida.
Lindisimo poema y lindas vacaciones!!! Que suerte que hay gente asi todavia!!!
Bienvenida a casa.
Vaya, Kill, no se va a arrepentir.
Es cierto, Chiru. Por suerte existe gente imprescindible :-)
¡Natiiiii! ¿Cómo va todo por allá? ¿Podremos vernos en julio, quizás?
Seguro, prometo fotos en breve.
Sí, Living, pero no sé si importa el "dónde", el "cuándo" ni el "con quién". La gente que brilla, brilla acá, allá, ayer, hoy, mañana, solo o acompañado.
¡¡Amiga Barluz!!! Supongo que esta gente será muy parecida a la que la ayudó a usted con palas a sacar el auto de un pozo, en medio de la nada. Recuerdo su post al respecto. ¿No es igual?
¡Busque, Pal! No leí nunca ese poema del que habla. Sería lindo verlo, cuando pueda, lo pasa.
Y gracias por la bienvenida, la verdad es que los extrañé bastante :-S
Gracias por el recuerdo del enorme Hamlet.
Es infalible: leo cualquiera de sus poemas y resuena en mi cabeza su voz cascada al leerlos...
:-)
30 años en giro pro Cordoba y nunca fui a Los Reartes...
No hay quien vaya y no se enamore de lam paz que se vive en el Lugar.
Anotare Casablanca para cuando pueda ir!
Adoro este poema de Lima Quintana y me alegra saber que te curzaste con buena gente. Con gente que brilla. Yo también conocí a personas maravillosas estando fuera.
El lugar parece maravilloso, ya estoy anotando, ya estoy anotando...
Besos y sierras
Días buscando y no encuentro el poema, que sabe a refrito de algún anónimo oriental por parte de Brecht... en fin, aparecerá ya en algún libro (va con ese del esfuerzo que significa ser malo...)
Ahora te dejo otro que encontré en internet y que no recordaba haberlo leído antes... aquí te va...
Canción de la buena gente
A la buena gente se la conoce
en que resulta mejor
cuando se la conoce. La buena gente
invita a mejorarla, porque
¿qué es lo que le hace a uno sensato?
Escuchar
y que le digan algo.
Pero, al mismo tiempo,
mejoran al que los mira y a quien
miran. No sólo porque nos ayudan
a buscar comida y claridad, sino, más aún,
nos son útiles porque sabemos
que viven y transforman el mundo.
Cuando se acude a ellos,
siempre se les encuentra.
Se acuerdan de la cara que tenían
cuando les vimos por última vez.
Por mucho que hayan cambiado,
pues ellos son los que más cambian,
aún resultan más reconocibles.
Son como una casa
que ayudamos a construir.
No nos obligan a vivir en ella,
y en ocasiones no nos lo permiten.
Por poco que seamos,
siempre podemos ir a ellos, pero
tenemos que elegir lo que llevemos.
Saben explicar el porqué de sus regalos,
y si después los ven arrinconados, se ríen.
Y responden hasta en esto: en que,
si nos abandonamos,
les abandonamos.
Cometen errores y reímos,
pues si ponen una piedra
en lugar equivocado,
vemos, al mirarla,
el lugar verdadero.
Nuestro interés se ganan cada día, lo mismo
que se ganan su pan de cada día.
Se interesan por algo
que está fuera de ellos.
La buena gente nos preocupa.
Parece que no pueden realizar nada solos,
proponen soluciones que exigen aún tareas.
En momentos difíciles de barcos naufragando
de pronto descubrimos fija en nosotros
su mirada inmensa.
Aunque tal como somos no les gustamos,
están de acuerdo, sin embargo, con nosotros.
Bertolt Brecht.
El tipo: De nada, siempre es bueno recordar y homenajear a los "grandes". Me alegro que le haya gustado.
Y bueno, Mardevientos, ¡sin dudas no faltará oportunidad para que lo conozcas! ¡Avisá cuando estés por Argentina y armamos una festichola!
Sin dudas, Duda, el lugar y la gente son una maravilla.
Qué bueno que hayamos conocido gente que brilla. Qué bueno que abunden :-)
Ay, Pal, ¡qué lindo poema! Ojalá encuentres el otro también. qué lindo, Pal, gracias por compartirlo.
Yo estuve en Casablanca - compartimos con vos dos o tres días; es más, hablamos el último día que estuviste - y sentí lo mismo que vos.... Gente que brilla, que te hace seguir adelante, que te da fuerzas para continuar.
Además de compartir el lugar de vacaciones, lamentablemente, compartimos un problema .... la salud de nuestra hija. Por eso es que te entiendo cuando te referís a Freddy y a Eddy.
No conocía lo que era un blog. Pero sabés quién me lo hizo conocer? ..... Freddy. Estaba ilusionado porque le habías dicho que ibas a escribir algo de su lugar. Hasta que el día llegó y... escibiste, le encantó y, emocionado, me lo hizo leer. Y a mi también me gustó porque es todo tal cual lo describiste.
Nada. Tenía ganas de contarte esto.
Slds.
Rator: No recuerdo tu nombre pero recuerdo tu preocupación por tu hija. Ojalá haya podido salir adelante, los chicos son increíbles. Tenele mucha fe y mimala mucho.
Gracias por escribirme y recordarme aquellos días, rodeada de gente que brilla.
Te deseo lo mejor para la gordita y espero leerte nuevamente muy pronto.
Gracias.
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