martes, 26 de junio de 2007

J.M.

Ojos de azul transparente y mirada cálida. Sonrisa cómplice de palabras que callan pero existen. Pudor, ética, deber, presencia con diploma de honor...

Fue en julio del año dos mil cinco cuando la abstracción de tu nombre se concretó en la tarde más oscura de mi vida. Te recuerdo de pie, inclinado sobre una pared, cansado de andar y desandar las mismas palabras agotadas de esperanza, nuevas para mis oídos, rutinarias para los tuyos. Toqué mi cabello, enjuagué mis ojos ciegos de dolor e intenté sonreír. Mi imagen de madre desarmada por la realidad desnudó mis sentimientos más primarios. Me avergoncé. Lo notaste. Mezclé la vergüenza por sentir lo indebido con el dolor y la desesperación de lo absurdo y lo increíble: un corazón infantil y trunco.

El tiempo me enseñó a disimular con sabiduría. Reprimo mis deseos en cada encuentro, formalizándolos en un trato ameno y gentil, desterrando ilusiones de intimidad, despejando miradas sutiles o prohibidas que inviten a lo imposible. No me dejo sentir ni me pongo en evidencia, controlo mi mente, mi cuerpo, mis gestos, mis pensamientos, para callar y comportarme como debo, como es y debe ser, como lamentablemente siempre será.

Te recuerdo de pie, inclinado sobre una pared. Te recuerdo brillante, cálido, dulce, con hoyuelos a los costados de tus labios perfectos, labios que nunca podré besar.

viernes, 15 de junio de 2007

Contradicciones femeninas

Recibí un mail con cincuenta contradicciones femeninas. Comparto con ustedes las que me parecen más acertadas. ¿Seremos realmente así?
1) Gritar furiosa y llorar desconsoladamente durante la misma discusión.
2) Conquistar a un mujeriego para transformarlo en un hombre de familia.
3) Dejar a ese reluciente hombre de familia para conquistar a otro mujeriego.
4) En una cita, insistir en pagar la mitad de la cena y no volver a salir con él si acepta la oferta.
5) Repetir incansablemente que sólo necesitás amor, comprensión y estabilidad y sentir repulsión por un hombre bueno y simple que te manifiesta frontalmente su devoción.
6) Ponerse a dieta terminal para ir a un casamiento y comer como una piraña fuera de control durante toda la fiesta.
7) Enamorarte de un hombre casado porque es incapaz de traicionar a su mujer.
8) Despotricar cuando un hombre pesado e insistente te corteja, y perderla cordura cuando por fin deja de hacerlo.
9) Catalogar a una mujer sexualmente hiperactiva como 'una perdida' y a una más selectiva de perdedora o lesbiana encubierta.
10) Dejar a un hombre porque ya no te gusta y que vuelva a gustarte cuando él encuentra a otra.
11) Hacerte la permanente si tu pelo es lacio, plancharlo si está enrulado teñirlo de rubio si es oscuro.
12) Insistir y esperar cuando la relación está acabada hace tiempo.
13) Morir de amor por un hombre que cría sólo a sus hijos y sentir pena por una mujer que hace lo mismo.
14) Declarar durante todo el año que celebrar el aniversario es una estupidez y enojarte con tu pareja cuando la fecha llega y se olvida.
15) Hablar de dieta con una torta en la mano y hablar de tortas cuando estás a dieta.
16) Tomar sol al mediodía untada en aceite de cocina y comprar crema antiarrugas y gel para contorno de ojos.
17) Decir que no querés nada para Navidad y secretamente esperar el regalo sorpresa.
18) Decir que 'lo importante es lo de adentro' cuando tenés un novio feo y alegar que 'la piel es todo' cuando conseguiste uno lindo.
19) Creerle al mismo hombre cuando habías jurado no volver a hacerlo.
20) Perseguir a tu pareja para que colabore en la cocina pero echarlo por inepto en cuanto empieza a ayudar.
21) Abandonar a tu novio porque es celoso y sentirte fea y desamparada cuando no te celan.
22) Dejar la ropa más nueva y linda para salir cuando en realidad pasás cuarenta y ocho horas semanales en la oficina y tres o cuatro en una salida.
23) Preguntar si estás gorda para que te digan que estás flaca.
24) Mirar comedias romáticas y melodramas al día siguiente de cortar con elamor de tu vida.
25) Censurar a las amas de casa porque no tienen una carrera y a las que tienen una carrera porque la empleada doméstica cuida de sus hijos.
26) Sentir discriminación si eligen a un hombre para tu puesto pero tenerun derrame cerebral de ira si eligen a otra mujer.
27) Llorar con los documentales de los animalitos de 'Animal Planet' pero hiperventilarse de excitación frente a una cartera de cuero.
28) Considerar que a los sesenta años un hombre es joven y una mujer una abuela.
29) Bajar de peso, hacerte las uñas, broncearte y vestirte mejor cuando terminás una relación y engordar veinte kilos y ponerte el jogging cuando empezás una.
30) Pellizcar bebés ajenos, pensar hasta el cansancio los nombres de tus futuros hijos, emocionarse con los embarazos de tus amigas y llorar desconsoladamente el primer día de atraso.

miércoles, 6 de junio de 2007

Mundo Blog

Muchas veces me pregunto cuáles son las decisiones internas que me llevan a leer los blogs y porqué dejo de leer o visitar otros. ¿Qué busco o pretendo encontrar en un blog? ¿Qué debe tener un blog que me invite, de alguna manera, a realizar una comunión diaria con él? Para mí, un blog interesante y que valga la pena visitar es aquel que juega con la maravilla de lo implícito, que invita a soñar, que instruye, que divierte, que comparte y acerca, que nos hace crecer, que nos levanta el ánimo o nos acompaña en la tristeza.
No me gustan para nada los vulgares, los que dan detalles de la vida privada que a nadie le importan (léase: “anoche partí a la minita en dos”, “tengo un olor a chivo insoportable”, “me gusta hacerlo en la ducha”, “prefiero los mañaneros”, etc.); los que se dejan besos obscenos todo el tiempo; los que celebran y festejan a viva voz el histeriqueo que generan; los que se dirigen a sus comentaristas llamándolos preciosura, bombón, dulce de leche, caramelo y demás calificativos altamente pegajosos y repulsivos. Tampoco me gustan los que no responden los comentarios, es como si diera lo mismo que el comentarista estuviera o no, o los que describen todo el tiempo lo pésimos que son en todo: “para esto soy viejo, para lo otro soy torpe, tengo mala memoria, soy un cero al as en estoy y aquello, soy un fracasado, qué mal me va, pobre de mí”.

Desde que formo parte de esta comunidad pude vagamente sacar una radiografía de los que sí visito y disfruto. Menciono los que ya son parte de mi recorrido diario y con los que más me identifico (aunque haya otros muy buenos que no visito tanto). Por ejemplo, con Ginger y Sonia tengo la diversión garantizada. Mi amiga del alma Barluz llena de afecto parisino y de recuerdos entrañables mis largas horas de oficina; Duda me arrulla con su poesía para emocionarme a través de cada relato; Chiru me ayuda a volar con la imaginación y me representa en cada reclamo sobre la injusticia social, Kill agudiza mi intelecto (Me impresiona la habilidad literaria con la que escribe este muchacho), la Daee describe en sus posts exactamente lo que siento, Caracol me da una visión muy masculina y acertada de los pensamientos de los hombres, El_tipo sacia mi necesidad imperiosa de saber cada día un poco más de la vida, Eleo me muestra que, a pesar de todo, se puede, Pal me lleva a recorrer el mundo de una manera amena y divertida, Gabu tiene la palabra a la hora de la seducción…

Por eso, amigos míos, para lo vulgar y lo mediocre, está la televisión. Guardemos este valioso espacio para crecer y volar más allá de nuestra cotidianeidad.