lunes, 14 de septiembre de 2015

Nelly y June

Una se llama June. La otra se llama Nelly. A June la conocí cuando yo era muy chiquita: es la mamá de mi primer amor imposible, un vecino de mi abuela de Hurligham, seis años mayor que yo, que ni bola me dio jamás en su vida. Yo tenía 6, el 12. Hace unos años solíamos cruzarnos en el microcentro. Hace poco hablamos por trabajo, pero todo sigue en el mismo camino de la nada misma. A Nelly no la conozco, pero sé que es la mamá de mi amor imposible desde hace diez años, que alguna vez entendí que quiso, pero nunca fue. Hoy supe que ambas madres se conocen, que compartieron la escuela primaria. Nosotros, José M y yo nos conocimos 60 años después de que June y Nelly compartieran los pupitres y pensaran, quizás, en tener hijos algún día. Y así seguiremos, José y yo, también, el camino de la nada misma. Qué pena, el tiempo pasa y los caminos parecen tomar el mismo rumbo.