miércoles, 31 de marzo de 2010

Argentina se rasca

El otro día, haciendo cuentas, pude comprender algunos aspectos de por qué me cuesta tanto conseguir a alguien responsable para trabajar en casa y, además, cumplir con mi deber de “ciudadana” y estar dentro de las leyes laborales vigentes. Dar trabajo, y en blanco, ya no es un beneficio, es un problema. Pongamos el caso de una mujer sola, humilde, que no se le conocen aportes y que tiene, por ejemplo, cuatro hijos. Esta mujer gana, sin salir de su casa, $180 por hijo ($720), más unos $300 de seguro por desempleo, o sea, unos $1000 por mes. Es decir que si esta persona pensara en salir a trabajar de empleada doméstica, estando en estas condiciones, debería considerar un trabajo en donde le paguen un sueldo superior a $1000 y de cero esfuerzo, o sea… ninguno. En ningún trabajo que se precie de tal se necesita una persona que no haga nada y que cobre por eso. Entonces si la “futura” empleada doméstica se presenta ante un trabajo, suplicará para que se le pague en negro y no le importará ni tomará con responsabilidad y esmero su inserción en el mundo laboral, sino todo lo contrario, trabajará hasta que aparezca alguno de estos “plancitos” que otorgue todavía más plata y ella tenga una nueva excusa para quedarse en su casa y ganar todavía más.

En estos últimos dos meses, entrevisté a varias personas y absolutamente NINGUNA, aceptó trabajar en blanco porque: “pierdo el plan x –y- z”. Vamos, dejémonos de joder. Estamos armando un país lleno de vagos que no necesitan laburar y de otros tantos vagos que se quejan porque no están incluidos en los planes de “Argentina se rasca” y cortan los puentes y las calles haciendo piquetes ridículos para que les paguen por quedarse en su casa. ¡Vayan a laburar, manga de vagos! ¡Páguenles por pavimentar caminos, sembrar, construir, pero dejen de regalar plata! Porque para madrugar y hacer cuatrocientas horas de cola bajo la lluvia con los pibes en brazos para gestionar un “plancito”, no tienen ningún problema, pero cuando de ir a laburar se trata…

Al final, Barrionuevo tiene razón, la plata no se hace trabajando; y parece que el Gobierno se esmera en enseñarle al pueblo que, si se trabaja, se termina siendo un verdadero idiota.