miércoles, 30 de abril de 2008

Con vos

Con vos no sé qué me pasa. Con vos nada es casualidad, nada es porque sí, nada es espontáneo. Con vos me siento diferente. A veces quiero correr, a veces me escondo a llorar. A veces sonrío, a veces te ignoro. A veces, simplemente, intento volver a ser la que fui. Y probé mil fórmulas para ser mi yo pasado, pero nada parece servir. Nada me sirve. Te odié tanto que me cansé de amarte. Todavía me tiembla la voz cuando te hablo y se me enfrían las manos cuando te siento cerca. Todavía mi cuerpo me aparta y me abandona en las sombras del pasado, dejándome en permanente evidencia por más que me esmere en disimular. Todavía grito tu nombre en el silencio para despertar encerrada en desilusiones. Rezo para que me invada la indiferencia, porque con vos ya no sé quién soy. Con vos me cuesta ser yo misma, me cuesta conversar indiferente, me cuesta reaccionar como mujer. Me sobra escucharte para que la razón me abandone, para correr por los laberintos del pensamiento hilando supuestos que nunca conoceré. Con vos aprendí a inventarme. Y me resisto, me resisto a la formalidad, me resisto al aburrimiento, me resisto a aceptar este papel insulso que me obligás a jugar. Me resisto a olvidar esto que fue y no llegó a ser, esto que inventaste de la nada para que yo construyera después. Con vos sostengo la realidad solo en palabras, palabras disfrazadas de formalismo contradictorio y estructuras inconclusas, para que cuando ya sea tarde te des cuenta de que, a pesar del tiempo, con vos nunca volveré a ser yo.